De algún modo u otro creo que puedo percibir la conexión y logró sentir que aún cuesta seguir. Cuando leas esto, sólo leelo pensando en que son cosas que tienen que pasar. Necesito liberarme de esta angustia, y como escuchar tu voz a mi lado es lo único que la puede apagar y no puedo tener eso, escribo para amortiguar esto que pesa.
El agua cae entre las planicies de mi cuerpo. El sonido del ambiente es lejano. Creo que mi mente hizo que hoy amaneciera nublado. Sus ojos me miran esperando a que llore, pero no lo hice. Estaba perdida como un pajaro en medio de la tempestad. La queria besar y acariciar y hacerle sentir que la luz no es un regalo si no una busqueda. Quise que se quedara tranquila, pero no pude. Tuve que partir antes. Recuerdo que las noches bajo las torres de tensión fueron momentos inolvidables. Y que en algún momento amé estar tan sólo mirando cautivos por la oscuridad. La respiración me faltó. El pecho se congeló. Sonrió sobre una puesta de sol. Sus pelos rojos se colaron con la luz del sol. Perdí algo importante. Y me ahogué. Quisiera nunca haber partido de esa pieza.
No recuerdo bien cuando ocurrió, pero en un momento colapsé y preferí terminar todo con Yessenia. Habían sido tres meses de juntas que no iban a ningun lugar. Ibamos a la plaza de los skaters y ahí tratabamos de dar lo que no podíamos. Fueron terribles meses, en los cuales aprendí al final sólo una cosa. No eramos el uno para el otro. Así de simple.
Fue hace poco que empezamos a hablar otra vez.
Estabamos en una plaza. Las plazas me traen mala suerte. No podía hablar bien, así que me preguntó que había pasado la noche de la fiesta. Su pecho se notaba apretado. Sus ojos un poco asustados. La tarde moría lenta.
Para cuando terminé el relato, hubo un silencio y le pregunté si había algo más que decir. Asintió. El momento estaba proximo.
Me dijo que desde que me había dicho que para ella las cosas no eran como esperaba, se sintió bien por haberme contado la verdad, pero que en realidad todo seguía igual. Silencio. Por qué el silencio? Creí perderme en esos eternos segundos. La insté a continuar y dijo:
"Creo que deberiamos dejar esto hasta aquí nomas"
"Entonces yo me iba a ir" sorbí un poco de mi cerveza para apaciguar la pena. Quería terminar de contar todo dignamente "Pero se quedó callada. Así que le pregunté si quería decirme algo más. Me dijo que necesitaba decirme mil cosas, pero que no podía. Le daba pena"
"A todos nos da pena po' Omar" me dijo Yessenia.
Después del adiós, llegué a la casa, tomé mi chaqueta y partí al Tottus. Allá estaba la unica persona con quién podía hacer lo que quisiera y no se movería de mi lado. Yessenia estaba cansada, pero habiamos acordados reunirmos un día a tomarnos algo.
"Juntemonos la proxima semana" me sugirió.
"Yessenia, necesito salir hoy" le dije serio.
Me miró fijo y logró captar que algo no iba bien.
"A ti igual te da pena"
Asentí mirando la boquilla de la cerveza. Y salió. Comencé a llorar como no lo había hecho en toda la tarde.
"Es por que la querí po'"
"Pero sólo la quiero. No sé por qué duele tanto esta güeá. No entiendo por qué me llenó tanto el que llevaramos una relación tan simple y de niños. Al principio hubo intimidad, pero después decidimos abortar esos momentos y vivir cada segundo. Y se supone que eso aburre o se vuelve rutinario, pero no para mí. Adoré cada momento y cada instante después de haber hablado. Me entiendes?"
"Pero si esa güeá es la raja, Omar. Esa güeá es lo mejor que te puede pasar en la vida y no podí encontrar eso tan facil" dijo, sorbiendo de su cerveza.
Llegamos a su pieza y nos sentamos en su cama. Tan sólo una vez había llegado ahí y había estado unos segundos. Ahora volvía para no regresar más.
Trató de hablar y se quebró. Me partió el alma en dos. Quería besarla y hacerle encontrar el camino, pero no podía. Tenía que respetar. Así que la abracé y le dije que soltara todo lo que tenía que decir. Era obvio que no quería que la viera llorar.
"Aunque te hayan pasado cosas antes, quiero que sepas que para mí eres alguien demasiado especial (no recuerdo bien si "especial" fue la palabra ocupada) y no quiero perderte como persona" dijo.
Me sequé el rostro. Yessenia tan sólo me miraba.
"Le dije que era un gúeón más y que en unas semanas ya no iba a ser tan importante. Que esto pasaba, que la vida era así. Sólo quería perdirle que lo intentaramos, pero ella ya tenía su decisión y yo no podía hacer nada"
"En estos casos así son poco los consejos que..."
"No quiero un consejo, Yessenia. Sólo quiero que me escuchí porque contigo es con la única persona con quién puedo desahogarme así. Necesitaba esto" le dije.
"Bueno"
"Entonces preferí, con el pecho todo apretado, apartarla de mi vida. Está confundida y necesita respirar para pensar bien. O quizás ya no hay nada que pensar y hoy en la tarde fue la última vez que nos vimos..."
"Yo creo que van a volver a hablar" me interrumpió Yessenia "Ella es chica y parece inmadura. Quizás necesite tiempo pa' cachar que es lo que le pasa"
"No sé. Trato de no pensar en nada. Prefiero ser negativo y no esperar a que decida volver"
"Y si vuelve?" me preguntó.
Los vehiculos desaparecieron. El cielo quería llover. Nada podía evitar la respuesta.
"Si vuelve, ojalá que no sea demasiado tarde"
El agua cae entre las planicies de mi cuerpo. El sonido del ambiente es lejano. Creo que mi mente hizo que hoy amaneciera nublado. Sus ojos me miran esperando a que llore, pero no lo hice. Estaba perdida como un pajaro en medio de la tempestad. La queria besar y acariciar y hacerle sentir que la luz no es un regalo si no una busqueda. Quise que se quedara tranquila, pero no pude. Tuve que partir antes. Recuerdo que las noches bajo las torres de tensión fueron momentos inolvidables. Y que en algún momento amé estar tan sólo mirando cautivos por la oscuridad. La respiración me faltó. El pecho se congeló. Sonrió sobre una puesta de sol. Sus pelos rojos se colaron con la luz del sol. Perdí algo importante. Y me ahogué. Quisiera nunca haber partido de esa pieza.
No recuerdo bien cuando ocurrió, pero en un momento colapsé y preferí terminar todo con Yessenia. Habían sido tres meses de juntas que no iban a ningun lugar. Ibamos a la plaza de los skaters y ahí tratabamos de dar lo que no podíamos. Fueron terribles meses, en los cuales aprendí al final sólo una cosa. No eramos el uno para el otro. Así de simple.
Fue hace poco que empezamos a hablar otra vez.
Estabamos en una plaza. Las plazas me traen mala suerte. No podía hablar bien, así que me preguntó que había pasado la noche de la fiesta. Su pecho se notaba apretado. Sus ojos un poco asustados. La tarde moría lenta.
Para cuando terminé el relato, hubo un silencio y le pregunté si había algo más que decir. Asintió. El momento estaba proximo.
Me dijo que desde que me había dicho que para ella las cosas no eran como esperaba, se sintió bien por haberme contado la verdad, pero que en realidad todo seguía igual. Silencio. Por qué el silencio? Creí perderme en esos eternos segundos. La insté a continuar y dijo:
"Creo que deberiamos dejar esto hasta aquí nomas"
"Entonces yo me iba a ir" sorbí un poco de mi cerveza para apaciguar la pena. Quería terminar de contar todo dignamente "Pero se quedó callada. Así que le pregunté si quería decirme algo más. Me dijo que necesitaba decirme mil cosas, pero que no podía. Le daba pena"
"A todos nos da pena po' Omar" me dijo Yessenia.
Después del adiós, llegué a la casa, tomé mi chaqueta y partí al Tottus. Allá estaba la unica persona con quién podía hacer lo que quisiera y no se movería de mi lado. Yessenia estaba cansada, pero habiamos acordados reunirmos un día a tomarnos algo.
"Juntemonos la proxima semana" me sugirió.
"Yessenia, necesito salir hoy" le dije serio.
Me miró fijo y logró captar que algo no iba bien.
"A ti igual te da pena"
Asentí mirando la boquilla de la cerveza. Y salió. Comencé a llorar como no lo había hecho en toda la tarde.
"Es por que la querí po'"
"Pero sólo la quiero. No sé por qué duele tanto esta güeá. No entiendo por qué me llenó tanto el que llevaramos una relación tan simple y de niños. Al principio hubo intimidad, pero después decidimos abortar esos momentos y vivir cada segundo. Y se supone que eso aburre o se vuelve rutinario, pero no para mí. Adoré cada momento y cada instante después de haber hablado. Me entiendes?"
"Pero si esa güeá es la raja, Omar. Esa güeá es lo mejor que te puede pasar en la vida y no podí encontrar eso tan facil" dijo, sorbiendo de su cerveza.
Llegamos a su pieza y nos sentamos en su cama. Tan sólo una vez había llegado ahí y había estado unos segundos. Ahora volvía para no regresar más.
Trató de hablar y se quebró. Me partió el alma en dos. Quería besarla y hacerle encontrar el camino, pero no podía. Tenía que respetar. Así que la abracé y le dije que soltara todo lo que tenía que decir. Era obvio que no quería que la viera llorar.
"Aunque te hayan pasado cosas antes, quiero que sepas que para mí eres alguien demasiado especial (no recuerdo bien si "especial" fue la palabra ocupada) y no quiero perderte como persona" dijo.
Me sequé el rostro. Yessenia tan sólo me miraba.
"Le dije que era un gúeón más y que en unas semanas ya no iba a ser tan importante. Que esto pasaba, que la vida era así. Sólo quería perdirle que lo intentaramos, pero ella ya tenía su decisión y yo no podía hacer nada"
"En estos casos así son poco los consejos que..."
"No quiero un consejo, Yessenia. Sólo quiero que me escuchí porque contigo es con la única persona con quién puedo desahogarme así. Necesitaba esto" le dije.
"Bueno"
"Entonces preferí, con el pecho todo apretado, apartarla de mi vida. Está confundida y necesita respirar para pensar bien. O quizás ya no hay nada que pensar y hoy en la tarde fue la última vez que nos vimos..."
"Yo creo que van a volver a hablar" me interrumpió Yessenia "Ella es chica y parece inmadura. Quizás necesite tiempo pa' cachar que es lo que le pasa"
"No sé. Trato de no pensar en nada. Prefiero ser negativo y no esperar a que decida volver"
"Y si vuelve?" me preguntó.
Los vehiculos desaparecieron. El cielo quería llover. Nada podía evitar la respuesta.
"Si vuelve, ojalá que no sea demasiado tarde"