viernes, 20 de noviembre de 2009

Capítulo 32: Al principio, quizás...

Recuerdo que al principio estaba volcado a aceptar su personalidad y actitud. Sin lugar a dudas no es igual a todas las demás, pero...
El jueves fui, de forma extraordinaria, a Tottus. Hubo un cambio importante a nivel de configuración del sistema de balanzas, así que Yoselyn necesitaba de mi ayuda. Llegué media hora antes de la citación, precavido para vestirme y arreglarme. Venía desde DUOC, Providencia. Bordié el supermercado por su flanco norte y un llamado detuvo mi andar. Era Yessenia.
"Hola"
"Hola" y me recibió con un frío beso en la cara.
?¿
Devolvamonos un mes y medio atrás. Nuestra segunda cita y la recibo con un beso en la cara ¿Qué ocurrió? Se molestó notoriamente. Me excusé que era segunda vez que nos veiamos y que, sinceramente, no sabía como saludarla.
Volvamos al presente. Si le hubiera dicho que el saludo fue totalmente una acción nefasta, quizás se habría defendido con la excusa de que estabamos afuera del super y quizás que otras cosas; que no le gusta besarme estando cerca del trabajo o que le cuesta ¿A estas alturas del juego, aún tengo que tomarla como excusas validas?
"¿Vienes a trabajar?" me preguntó.
"Si" respondí aún descolocado por la situación "¿Tú ya te vas?"
"Obvio" respondió sonriendo nerviosa ¿Por mí? Ahora y en ese momento no supe que pensar.
Y nos despedimos ¿De beso en la cara? Ni siquiera en la cara.
Y la extraña sensación queda. La amargura te recorre la gargante y ¿Qué tienes que responder al "¿Cómo están?"? "Bien. Pero a ella, aunque dice quererme, no es capaz de saludarme de beso en la boca cuando estamos cerca del super"
Llegué al baño. Me cambié. Marqué mi entrada y me dirigí a la oficina.
Allá, como siempre, tuve mi rato de conversa con mi jefa y le conté lo sucedido. Me aconsejó diciendo:
"La Yessi es como yo. Cuando quiere demasiado algo, lo oculta"
Creo que ya no es tiempo de ocultar nada.
Y el teléfono sonó. Yoselyn contestó.
"¿Todavia no te vai? Pensé que te habias ido... ¿Vas a subir?...Ah!... Sí, está aquí... Bueno, chao" y me pasó el auricular. Me fruncí de seño, no sabiendo que podía ser. Contesté y del otro lado ella habló.
Bien, okey, lo acepto, se devolvió y fue capaz de llamar. Fue un estremecimiento corporal completo escuchar su voz. Por un rato hablamos y regaloneamos un poco, algo que me encanta. Quizás nos juntariamos hoy. La necesitaba mucho hoy. Y no hubo llamada. Es más, estuvimos en el mismo edificio por unos minutos, y quizás nunca supo que estuve tan cerca de ella.
Son esas situaciones las que me enrarencen. No hablamos en toda la semana y más encima no se aprovechan esos cruciales momentos ¿Les importará? Al principio, quizás era aceptable, pero ahora (?) ya no puedo pasarlo tan por alto.
¿Exagero? No sé que pensar ¿Se escuda? Si lo hace, ya es tiempo de abrir se un poco más ¿Le cuesta? Espero que pronto empiece a hacer un esfuerzo por cambiar su actitud, porque a veces, sin ser algo tan grave, dudo de la dirección de todo esto.