Tres meses antes apareció detras de la hermana de Marcelo, sonriendo levemente, con ojos de niña perdida, tan fragil como una paloma aprendiendo a volar. Sinceramente no me llamó la atención su constante sonrisa y sus aires de grandeza, así que su presencia duró poco aquellos días del aniversario. Pero poco a poco sus saludos y las presiones de Sebastían por hablar de ella comenzarón a asentuarse semanas antes que terminara el semestre. Fue por eso que un extraño interes dentro de mí comenzó a crecer, sin embargo en aquellos días no lo tomé mucho en cuenta.
Andrea había entrado conmigo a trabajar como empaque, comenzando así a escribir el final de su amistad conmigo, ya que producto de aquel hecho, se hizo muy amiga de Isabella, situación que hace muy poco marcó un quiebre entre nosotros y ella. Volviendo a esos días, Andrea había empezado una relación con un tal Bob, capítulo iniciado de su vida que no compartí mucho, ya que lo había conocido recíen hace un fin de semana.
"Es extraño" fue la única impresión que le puede expresar.
Con Isabella comenzamos a escribir el principio de nuestra irrompible relación de amistad, aquella tarde que la tuve que consolar por casi una hora cuando me declaró ser víctima de abuso fisico por parte de su enfermizo pololo. Es de aquellas mujeres sensibles y rompibles, exponibles a cualquier tipo de dolor, siendo seguro el llanto desconsolador. Recuerdo que fueron tardes enteras en aquel cuarto de aconsejarla y ayudarla a salir de donde estaba. Sin embargo, tanto tiempo con ella inserta en esa relación, no me dejó entender por qué las mujeres, la mayoría, no son capaces de escapar del novio agresor.
No recuerdo bien, pero fue paulatinamente que Víctor se fue alejando del grupo. Ya no lo veíamos todos los fines de semana, y no iba a todos los carretes. Quizás era el sentimiento de repudio que había insertado en la mente de todos en el grupo, o tal vez un sentimiento compartido. A Pablo se lo fue consumiendo su trabajo en el call center. Trabaja de madrugada a mañana, en el que era, y aún es, un extraño horario. Roberto estaba trabajando en la panadería de su padre y mantenía una esporádica relación con Lorena, mi amiga cajera. Y ese fue el comienzo del presente del grupo. En las noches calidas de viernes salía con Jack a dar extensas vueltas, y luego de hablar de filosofía, íbamos a visitar a Paty, compartiendo con ella hasta tarde.
Respecto a las movilizaciones, ya quedaba poco. Los liceos en sus respectivas comunas, comenzaron a ser desalojados por la orden publica, enviado como centinelas por los alcaldes de cada localidad. Sin embargo, y como última bala, los del borgoño idearon un perfecto y burlesco plan para terminar con broche de oro el poder ocupar el pase escolar todo el año. La casona roja de San Diego ocupaba de ancho una cuadra entera, siendo poseedora de una entrada delantera (principal) y otra trasera (de salida). Así que aquella noche de julio del 2007, al momento de la llegada de la fuerza publica, los últimos okupas ya no merodeaban los interiores penumbrosos del liceo. Horas antes, habían tomado la decisión de escapar por la oculta puerta trasera, impidiendo que los espías de carabineros advirtieran la ejecución del plan.
Hasta el día de hoy es recordada la famosa "Toma Fantasma"
Fue así que despedimos al primer semestre del que sería un excelente 2007 con los que ya eran los frecuentes carretes de tarde. Aquellas vez fuimos a la casa de Marcelo, y yo con la mente en la cabeza de tirar con alguien, ya que con Carolina había terminado todo e iba a estar en aquel carrete. La víctima perfecta era la amiga de Marcelo, la cual aún baboseaba tras de mí. Para mi suerte, el choque de nuestros labios fue el comienzo de lo que para mí fue un amor extraordinario. Mi primer gran amor.
Al terminar de escribir estas líneas, quedo convencido de que el título debería haber sido "El Comienzo"