
Ahora, no quiere decir que valla a terminar de escribir. No. Sólo siento que 101 suena muy excesivo, casi como un vomito de cosas que se escriben. Se ve feo. Así que la idea es matar todos los temas que quedan inconclusos en este blog antes de llegar al capítulo final. No significa cambio de ciclo o nueva vida. Tampoco. Sólo es una cuestión de númeración. Pero sí quiero empesar a aclarar temas que quedaron en el límbo del cibermundo. Quedaron ahí y no siguieron su desarrollo. Entonces sí hay una suerte de meta. Cerrar capítulos antes de dejar este blog hasta el capítulo 100 y comenzar el nuevo con otras historias.
Eso.
Con María nos peleamos otra vez. Sí. Otra vez. Era el fin de semana de mis vacaciones de invierno. Habíamos organizado mi viaje a Concepción, pero al final, después de barajar opciones de estadía que no me convencieron, decidí no ir, ir al Cajón, y se enojó. Hasta el día de hoy, los primeros días de Noviembre, no nos hablamos. Somos amigos en feis todavia y contactos en msn aún, pero no nos pescamos. Qué nos pasó? No sé. Yo para algunas cosas ya no tengo la misma fuerza de antes, en muchos ambitos. Con María habíamos discutido tiempo después del terremoto, por qué simplemente me dejé estar y el tiempo pasó. Ella fue la percutora de la reconciliación. Y ahora no nos hemos hablado en mucho tiempo.
Quizás algo se quebró en algún momento de la historia y simplemente no se puede volver a pegar. Así ocurre muchas veces y no hay cómo poder regresar cuando las ganas no estan. Entonces en este momento quizás los dos encontramos el modo de seguir sin el otro, aunque en algún momento fuimos el único pedazo de algo en la vida del otro.
La distancia pesa de sobremanera en casos así.
Eso.
Con María nos peleamos otra vez. Sí. Otra vez. Era el fin de semana de mis vacaciones de invierno. Habíamos organizado mi viaje a Concepción, pero al final, después de barajar opciones de estadía que no me convencieron, decidí no ir, ir al Cajón, y se enojó. Hasta el día de hoy, los primeros días de Noviembre, no nos hablamos. Somos amigos en feis todavia y contactos en msn aún, pero no nos pescamos. Qué nos pasó? No sé. Yo para algunas cosas ya no tengo la misma fuerza de antes, en muchos ambitos. Con María habíamos discutido tiempo después del terremoto, por qué simplemente me dejé estar y el tiempo pasó. Ella fue la percutora de la reconciliación. Y ahora no nos hemos hablado en mucho tiempo.
Quizás algo se quebró en algún momento de la historia y simplemente no se puede volver a pegar. Así ocurre muchas veces y no hay cómo poder regresar cuando las ganas no estan. Entonces en este momento quizás los dos encontramos el modo de seguir sin el otro, aunque en algún momento fuimos el único pedazo de algo en la vida del otro.
La distancia pesa de sobremanera en casos así.