domingo, 12 de julio de 2009

Y no me dijo nada

Conversaba sobre lo que había visto la noche anterior con un estusiamo que le permitía olvidarse un poco del tema que hizo levantarse al día. Gesticulaba con las manos las explicaciones de lo que comentaba, hasta que la vío entrar por la entrada principal. Quiso hacerse el tonto y no mirarla, ni siquiera dejar que su compañero notara que la había visto. Como siempre caminó con con desinteres y poca astusia, dejando que sólo él supiera que estaba en aquel lugar. Pero el tiempo es un agente destructor, y dejó que ella llegara con rapidez al lugar en donde ellos conversaban. Saludó al segundo protagonista y contemplativa se acercó hacia él. Él trató de quitarle importancia a la convocancia de ese día, sonriendo normal, como lo hizo la primera vez, sin embargo, ella venía con una desición bajo la manga. Se le acerco, tierna y calida, y posando sus labios ocultamente en el lado derecho de su boca, le preguntó.
"¿Lo vamos a intentar, cierto?"
Los ojos de él se desorbitaron al escuchar la invitación y riendo nerviso, le preguntó: "¿De verdad?"
"Obvio" respondió ella.
Y un escalofrío lo envolvió.