Despues de firmar el contrato que estipula que le debo un millón y medio de pesos, con mi viejo nos dirigimos a tomar la micro, para viajar hacia el norte. ¿Sabes? Quiero hacer un carretito en la casa, con motivo de despedida de vacaciones. Me miró con el seño fruncido. Pero es que ustedes meten mucha bulla. Pero si es una vez al año, tomalo como la celebración de mi cumpleaños atrasada. Dirigió la mirada hacia el frente, y con aquel destello de sabiduria promulgó: ¿Quienes serían? Los de siempre po', tatita. El silencio dio paso a la aceptación